Unidad II. Carbohidratos
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Monosacáridos y disacáridos.
Los
monosacáridos, son el tipo de glúcidos más simples que existen, se tratan de
aldehídos y cetonas, con dos o más grupos hidroxilo. En el caso de los
monosacáridos con seis carbonos de glucosa y fructosa tienen cinco grupos
hidroxilo. Una gran parte de los átomos de carbono a los que se unen los grupos
hidroxilo son centro quirales que dan lugar a los muchos estereoisómeros de los
azucares que se encuentran en la naturaleza.
Las familias de los monosacáridos.
Para
detallar más sobre los monosacáridos, debemos tener en cuenta la existencia de
dos familias que distinguen a este tipo de glúcidos.
Empecemos
con esto: El esqueleto de los monosacáridos comunes consiste en una cadena de
carbonos sin ramificar en la que todos los átomos de carbono están unidos por
enlaces sencillos.
Como lo veremos en la siguiente imagen, en formas de cadena abierta, uno de los átomos de carbono está unido a un átomo de oxigeno por un doble enlace, lo que forma un grupo llamado carbonilo; mientras que los demás átomos de carbono están unidos a un grupo hidroxilo.
Para los monosacáridos se han nombrado dos familias distintas, estas son, las aldosas y las cetosas
Explicando detalladamente este punto, cuando el grupo carbonilo se encuentra en un extremo de la cadena carbonada, en un grupo aldehído, el monosacárido recibe el nombre de aldosa. En otro caso, si el grupo carbonilo se encuentra en cualquier otra posición, en un grupo cetona, el monosacárido es denominado cetosa.
Centros asimétricos en los monosacáridos.
La
mayoría de los monosacáridos, exceptuando al dihidroxiacetona, contienen uno o
más átomos de carbono asimétricos, estos son los quirales, que se encuentran en
formas isoméricas ópticamente activas. Un ejemplo de ello es la aldosa más
sencilla, el gliceraldehído que contiene un centro quiral, lo que significa que
tiene dos isómeros ópticos diferentes, también llamados enantiòmeros, un tipo
de estereoisómeros.
Se
determina el número de estereoisómeros que puede tener una molécula, elevando
dos veces la cantidad dependiente del total de centros quirales
2n
Con
ello, nos es posible comprobar los dos estereoisómeros que contiene el gliceraldehído,
así como el de las aldohexosas con cuatro centros quirales, nos daría un total
de 16 estereoisómeros.
Aldohexosas 4 centros quirales ∴ 24= 16
estereoisómeros
Los
estereoisómeros de los monosacáridos, de cada una de las longitudes de cadena
de átomos de carbono, pueden dividirse en dos grupos que difieren entre ellos
en la configuración, alrededor del centro quiral más distante del grupo
carbonilo.
Cuando
el grupo hidroxilo del átomo de carbono de referencia, se halla en el lado
derecho, en la fórmula de proyección que tiene el carbono carbonílico en el
extremo superior, significa que el azúcar es un isómero D; en caso de hallarse
a la izquierda se trataría de un isómero L.
Ya
que determinamos los 16 estereoisómeros de las aldohexosas, podemos decir que
ocho de ellos son B y las restantes son L.
La
mayor parte de las hexosas, presentes en los seres vivos, son isómeros D. En
los aminoácidos, presentes en las proteínas, son exclusivamente del isómero L.
La
preferencia de los isómeros en los casos anteriormente mencionados, no tiene
respuesta del por qué, pero se sabe que una vez seleccionado uno de los dos
isómeros posibles, es probable que las enzimas evolucionen reteniendo su
preferencia por aquel estereoisómero.
Para
las cadenas de estereoisómeros D-, de todas las aldosas y cetosas, que
contengan tan sólo de tres a seis átomos de carbono, se numeran empezando por
el extremo de la cadena más próximo al grupo carbonilo.
Cada
una de las ocho D-aldohexosas, que se diferencian por su estereoquímica en los
carbono 2, 3 o 4 poseen su propio nombre, en este caso la D-glucosa,
D-galactosa y D-manosa. Las cetosas de cuatro y cinco átomos de carbono se
denominan con el sufijo –ul en el nombre de la aldosa correspondiente.
Cuando
dos azucares difieren tan solo en la configuración alrededor de un átomo de
carbono, se denominan epímeros.
La
D-glucosa y dos de sus epímeros se muestran con fórmulas de proyección. Cada
epímero difiere de la D-glucosa en la configuración de un sólo centro quiral,
sombreado en rojo o azul.
Los monosacáridos y su estructura cíclica
Cadenas
de cinco o más átomos de carbono en los monosacáridos suelen encontrarse en disolución acuosa en
forma de estructuras cíclicas, en las que el grupo carbonilo ha formado un
enlace covalente con el oxígeno de un grupo hidroxilo perteneciente a la misma
cadena.
La formación de estas estructuras anulares es
el resultado de una reacción general entre los alcoholes y los aldehídos o las
cetonas para formar los derivados denominados hemiacetales o hemicetales. Eso
depende de la primera adición de dos
moléculas de un alcohol a un carbono carbonílico, a una aldosa sería un
hemiacetal, pero si se adhiere a una cetosa, se denominaría hemicetal.
La adición de la segunda molécula de alcohol produce el acetal o cetal completo y el enlace formado es un enlace glucosìdico. Cuando las dos moléculas que reaccionan son ambas monosacáridos, el acetal o cetal formado es un disacárido.
La reacción con la primera molécula de alcohol crea un centro quiral adicional, el carbono carbonílico.
Debido
a que el alcohol se puede adicionar de dos formas, ya sea por delante o detrás
del carbono carbonílico, la reacción puede producir una u otra de dos
configuraciones estereoisomèricas denominadas alfa y beta.
Las
formas isoméricas de los monosacáridos que solo difieren en su configuración
alrededor del átomo de carbono hemiacetalico o hemicetalico se denominan anòmeros mientras que el átomo de
carbono carbonílico se denomina carbono
anomèrico
Enlace glucosìdico en los disacáridos.
La
maltosa, la lactosa y la sacarosa son parte de los disacáridos, quienes están
formados por dos monosacáridos unidos covalentemente mediante un enlace
O-glucosìdico, el cual se forma cuando un grupo hidroxilo de un azúcar,
normalmente cíclico, reacciona con el carbono
anomèrico del otro. Esta reacción da lugar a la formación de un acetal a
partir de un hemiacetal y un alcohol, ya sea un grupo hidroxilo de una segunda
molécula de azúcar. El compuesto resultante se denomina glucòsido Los enlaces
glucosìdicos se hidrolizan con facilidad por acción de ácidos pero son
resistentes a la hidrólisis básica. Por lo tanto, los disacáridos pueden
hidrolizarse para dar lugar a sus componentes monosacáridos por ebullición en
un medio que contenga acido diluido.
Cuando el carbono anomèrico participa
en un enlace glucosìdico, si el compuesto es un acetal o cetal completo, se
impide la interconversión entre las formas lineales y cíclicas.
Dado que el carbono carbonílico
solo puede ser oxidado cuando el azúcar se encuentra en la forma lineal, la
formación de un enlace glucosìdico transforma el azúcar en no reductor.
Al describir disacáridos o
polisacáridos, el extremo de una cadena que contiene un carbono anomèrico
libre, es decir, aquel que no establece un enlace glucosìdico, se suele conocer
como extremo reductor.
En el caso de los oligosacáridos son polímeros cortos de varios monosacáridos unidos por enlaces glucosìdicos. En un extremo de la cadena, en el extremo reductor, se encuentra una unidad monosacárida cuyo carbono anomèrico no está formando un enlace glucosìdico. La nomenclatura común de los di- u oligosacáridos especifica el orden de las unidades monosacaridas, la configuración en cada carbono anomèrico y los átomos de carbono que forman el o los enlaces glucosìdicos.
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