UNIDAD II. Polisacáridos.
Polisacáridos
La
mayoría de glúcidos naturales se encuentran en forma de polisacáridos,
polímeros de medio a alto peso molecular, otra forma de llamarlos es con el
nombre de glucanos.
Existen dos versiones, los homopolisacáridos que contiene un único tipo de monómeros y los heteropolisacáridos, estos contienen dos o más tipos de monómeros.
Algunos
homopolisacáridos son formas de
almacenamiento de monosacáridos que se usan como combustible biológico; el almidón y el glucógeno son
homopolisacáridos de este tipo. Otros homopolisacáridos, por ejemplo la
celulosa y la quitina, actúan como elementos estructurales en las paredes
celulares de plantas y en el exoesqueleto de algunos animales.
Los heteropolisacáridos
proporcionan soporte extracelular a organismos de todos los reinos. Por
ejemplo, la capa rígida de la envoltura de la célula bacteriana está compuesta
en parte por un heteropolisacárido formado por unidades alternantes de
monosacáridos. En los tejidos animales,
el espacio extracelular se encuentra ocupado por diversos tipos de
heteropolisacáridos, que forman una matriz que mantiene unidad a las células
individuales y proporcionan protección, forma y soporte a células, tejidos y
órganos.
A diferencia de las proteínas, los polisacáridos
no suelen tener masas moleculares definidas. Ello se debe a los diferentes
mecanismos de formación de los dos tipos de polímeros. No hay molde para la
síntesis de polisacáridos, en lugar de ello, el programa para la síntesis de
polisacáridos depende tan solo de los enzimas que catalizan la polimerización
de las unidades monoméricas, y no hay un punto específico para la finalización
del proceso de síntesis; así, los productos son de longitud variable.
Los homopolisacáridos como almacenamiento de combustible.
Los polisacáridos de reserva más
importantes son el almidón de las células vegetales y el glucógeno de las
células animales. Ambos polisacáridos se encuentran en el interior de la célula
formando agregados o gránulos. Las moléculas de almidón y glucógeno están muy
hidratadas porque tienen muchos grupos hiroxilo expuestos que pueden formar
enlaces de hidrogeno con el agua. La mayor parte de las células vegetales
tienen capacidad para sintetizar almidón, pero el almacenamiento de este
compuesto es especialmente abundante en tubérculos, tales como la patata y en
las semillas. El glucógeno es especialmente abundante en el hígado, donde puede
llegar a representar el 7% de su peso, también se encuentra en el musculo
esquelético.
El almidón contiene dos tipos de
polímero de glucosa, la amilosa y la amilopectina.
La amilosa consiste en cadenas largas y sin
ramificar de residuos de D- glucosa, conectadas por enlaces (α1-4). Estas
cadenas oscilan entre una masa molecular de unos pocos miles a más de un millón.
La amilopectina también posee una
elevada masa molecular, pero a diferencia de la amilosa, esa muy ramificada.
Los enlaces glucosìdicos, que unen residuos sucesivos de glucosa en las cadenas
de amilopectina, son del tipo (αà 4); los puntos de ramificación,
presentes cada 24 a 30 residuos) son enlaces (α 1-6)
El glucógeno es el polisacárido de
reserva más importante en las células animales. Al igual que la amilopectina,
el glucógeno es un polímero con subunidades de glucosa unidas por enlaces (α 1-4)
y con ramificaciones del tipo (α 1-6), pero el glucógeno está más ramificado,
cada 8 a 12 residuos, y es más compacto que el almidón.
En los hepatocitos el glucógeno está en
forma de gránulos de gran tamaño, que son agrupaciones de gránulos más pequeños
compuestos por moléculas individuales de glucógeno altamente ramificadas, con
una masa molecular de varios millones. Los grandes gránulos de glucógeno
también contienen los enzimas responsables de sus síntesis y degradación.
Puesto que cada rama de glucógeno,
termina con un azúcar no reductor, una molécula de glucógeno con n ramas, tiene n+1 extremos no reductores, pero únicamente un extremo reductor.
Cuando el glucógeno se emplea como fuente de energía, las unidades de glucosa
son eliminadas de una en una de los extremos no reductores. Los enzimas
degradativos que actúan solamente sobre los extremos no reductores pueden
actuar simultáneamente en muchas ramas, aumentando la velocidad de conversión
del polímero en monosacáridos.
Los
dextranos son polisacáridos de poli-D-glucosa unida por enlaces (α1-6),
presentes en bacterias y levaduras; todos tienen ramificaciones (α1-3) y
algunos también (α 1-2) o (α 1-4). La placa dental, producida por las bacterias
que crecen en la superficie de los dientes, es rica en dextranos que son
adhesivos y permiten que las bacterias se unan a los dientes y entre sí.
Función estructural de los homopolisacáridos.
Al
igual que la amilosa, la celulosa es
una molécula lineal no ramificada formada por unas 10,000 a 15,000 unidades de
D-glucosa. Pero hay una diferencia muy importante, los residuos de glucosa de
la celulosa tienen configuración Beta, están unidos por enlaces glucosìdicos
(β1-4). Esta diferencia hace que las moléculas individuales de celulosa y
amilosa se plieguen en el espacio de manera diferente, dándoles estructuras y
propiedades físicas muy diferentes.
La
quitina es un homopolisacárido
lineal compuesto por residuos de N-acetilglucosamina, unidos por enlaces (β- Φ4).
La única diferencia química con respecto a la celulosa es el cambio del grupo
hidroxilo en carbono 2 por un grupo amino acetilado.
Los factores estéricos y los puentes de hidrogeno contribuyen al plegamiento de los homopolisacáridos.
Los
homopolisacáridos se pliegan en tres dimensiones. Al tener los polisacáridos
tantos grupos hidroxilo, los puentes de hidrogeno tienen una especial
importancia en su estructura.
El
glucógeno, el almidón y la celulosa están formados por subunidades de piranosa,
los cuales forman anillos de seis átomos, lo mismo que los oligosacáridos de la
glucoproteínas y los glucolípidos. Tales moléculas pueden representarse como
una serie de anillos rígidos de piranosa conectados por un átomo de oxigeno que
une dos átomos de carbono, da lugar al enlace glucosÌdico. En principio, hay
libertad de rotación en torno a los enlaces carbono-oxigeno que unen los
residuos, aunque puede estar limitada.
La
estructura tridimensional más estable, de las cadenas unidas por enlaces (α1-
Φ4) del almidón y el glucógeno, es una espiral compacta estabilizada por
puentes de hidrógeno intercatenarios. En la amilosa no ramificada, ésta
estructura es suficientemente regular pata permitir su cristalización.
La
conformación más estable de la celulosa es aquella en que cada silla
experimenta una rotación de 180º en relación con sus vecinas, lo cual genera
una cadena extendida recta. Todos los grupos –OH están disponibles para formar
puentes de hidrogeno con cadenas vecinas.
Las paredes celulares de algas y bacterias
contienen heteropolisacaridos estructurales
El
componente rígido de las paredes celulares bacterianas, el peptidoglucano, es
un heteropolímero de unidades N-acetilglucosamina y acido N-acetilmuramico
alternadas, unidas por enlaces beta.
Algunas
algas rojas marinas, tienen paredes celulares que contienen agar, una mezcla de heteropolisacaridos
sulfatados, formados por D-galactosa y un derivado de L-galactosa. Es una
mezcla compleja de polisacáridos, todos con la misma estructura troncal, pero
con diferentes grados de sustitución por sulfatos y piruvato. La agarosa es el componente del agar con
menos grupos cargados. Cuando se caliente una suspensión de agarosa en agua y a
continuación se enfría, la agarosa forma una doble hélice, con dos moléculas en
orientación paralela que se enrollan una en torno de la otra con una
periodicidad helicoidal de tres residuos; la cavidad central retiene moléculas
de agua. Estas estructuras se asocian entre sí para formar un gel.
Los
geles de agarosa se usan como soporte inerte para la separación electroforética
de ácidos nucleicos.
Los glucosaminoglucanos son heteropolisacáridos de la matriz extracelular
La
membrana basal es una matriz extracelular especializada que subyace en las
células epiteliales; está formada por colágenos, lamininas y heteropolisacáridos.
Los glucosaminoglucanos, son una familia de polímeros lineales, compuestos por
unidades repetitivas de disacárido. Se encentran únicamente en animales y
bacterias, pero no en los vegetales. Uno de los dos monosacáridos es siempre la
N-acetilgalactosamina; el otros es, en la mayor parte de casos, un ácido
urónico, generalmente el ácido D-glucuronico o el L-iduronico. Algunos
glucosaminoglucano, contienen grupos sulfato esterificados. La combinación de
estos y los grupos carboxilato de los residuos de ácido urónico hace que los
glucosaminoglucanos tengan una elevada densidad de carga negativa.
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